¿Qué hacer en Tabarca?

La isla Tabarca tiene una superficie total de 30 ha, con una longitud máxima de 1800 m de NO a SE y una anchura máxima de 450 m. Presenta un importante estrechamiento en su tercio oeste, donde se sitúan el puerto y las dos playas. Su relieve tiende al plano, con una altitud máxima de 15 metros. Cerca de la isla principal se encuentran los islotes de la Nao (Nau), la Galera y la Cantera. Otros peñascos más pequeños rodean la isla: l’Escull Roig, la Sabata, l’Escull Negre y Cap del Moro. Toda la costa es accidentada y en la parte sur de litoral isleño está la cueva de Llop Marí. Carece de arbolado y la vegetación es escasa. La ciudad se encuentra en la parte oeste de la isla, geográficamente una pequeña península de la misma. En la parte este solamente se encuentran una antigua casa-cuartel de la Guardia Civil que cumplía misiones de radiotelegrafistas, la torre de San José, el faro, el cementerio y unos campos de cultivo.

Podrán disfrutar de las calas y playas de aguas transparentes, con la posibilidad de degustar el tradicional “Caldero”, así como su gran oferta gastronómica.

Se recomienda pasear por el núcleo urbano, visitar el museo de la isla y maravillosos fondos marinos.

Alojarse en la propia isla en los apartamentos, casas, hostales y hoteles que existen en la misma.

La totalidad de la isla fue declarada Conjunto Histórico-Artístico el 27 de agosto de 1964.

Muralla

Su perímetro se adapta al de la isla y se construyó en su mayor parte según los planes originales. Está construida en piedra, con las caras exteriores en sillería. Existen tramos de muralla muy deteriorados e incluso desmoronados sobre el mar, y las almenas casi han desaparecido. No obstante, desde 1980 se han llevado a cabo varias obras de reconstrucción y rehabilitación.

Iglesia de San Pedro y San Pablo

Iglesia de San Pedro y San Pablo (Església de Sant Pere i Sant Pau) En 1769 ya existía una pequeña capilla, que se amplió a iglesia y fue bendecida en 1770. El edificio actual es exento, de nave única y capillas laterales. Bajo su pavimento hay tres bóvedas con sepulturas. Cuenta con dos puertas, una en la fachada de poniente y otra en la fachada sur, donde comienza el eje NS que se dirigía, en principio, al castillo que nunca llegó a construirse. Tanto el pórtico como los huecos de las ventanas son de inspiración barroca, dominando en ellas las curvas y las superficies alabeadas. Contiguo a la iglesia se construyó un edificio destinado a casa del cura y escuelas.

Casa del Gobernador

Casa del Gobernador (Casa del Governador): Al no llegarse nunca a edificar el castillo, la casa del Gobernador se construyó en un lateral de la plaza, sobre la casa que se había construido para caballerizas, a fin de instalar un «alojamiento decente e interino que tiene para el Gobernador y Ayuntamiento». En conjunto se trata de una edificación de dos plantas y cubierta a cuatro aguas. Parte de la planta baja refleja el uso de almacenaje que inicialmente estaba previsto, destacando sobre todo los grandes espacios libres, sostenidos por la doble arcada intermedia. En la actualidad está totalmente restaurada y alberga un hotel.

Torre de San José

Torre de San José (Torre de Sant Josep): Sus antecedentes están en las construcciones realizadas en los siglos XIV y XV y está situada en el tercio oeste del campo. El edificio actual, obra de Baltasar Ricoud, tiene forma de tronco piramidal con planta cuadrada y alrededor de ella se proyectó un foso que nunca se construyó. La puerta de acceso se encuentra a elevada altura sobre el terreno, desde donde se puede acceder a través de una reducida escalera. En su interior existe un patio cuadrado. Los paños de las fachadas son lisos y las esquinas estaban provistas de garitones que han desaparecido al abandonarse el edificio. Durante el siglo XIX fue utilizado como prisión del estado. El 12 de noviembre de 1838, en el curso de la Primera Guerra Carlista, fueron fusilados en esta torre 19 sargentos del bando carlista por orden de la Junta de Salvación y Defensa del Reino de Valencia (del bando liberal). En 1996 se instaló una placa conmemorativa en la ciudadela de Nueva Tabarca.

Faro

Faro (Far): Se inauguró en 1854, según planos de Agustín Elcoro Berocíbar, y se trata de un edificio de grandes dimensiones que sirvió de escuela de fareros. Está formado por un cuerpo inferior de volumen cúbico de dos plantas destinadas a vivienda. Sobre él se alza la torre prismática que sostenía el mecanismo de iluminación, hoy desmantelado. Estilísticamente pertenece al neoclasicismo, aunque su cronología es algo tardía. En 1971 se construyó a su lado un nuevo faro de hormigón armado, el cual fue sin embargo demolido en 1998 para recuperar el faro original.